LA PROCESIONARIA DEL PINO: UN PELIGRO LATENTE PARA TU PERRO Y NUESTROS CONSEJOS PARA PROTEGER A TU MASCOTA.
17 May, 2025
BAM BAM VETERINARIA

Febrero es el mes en el que la procesionaria del pino comienza a descender de los árboles (principalmente pinos), en busca de un lugar para enterrarse y completar su ciclo. Este fenómeno, aparentemente inofensivo, representa un grave peligro para nuestros perros.

¿Qué es la procesionaria del pino?

La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es una oruga. Su característica principal es su desplazamiento en grupo, formando largas filas como si estuvieran «en procesión», de ahí su nombre.

¿Cómo se reproduce la procesionaria?

La polilla procesionaria se distribuye por África, Medio Oriente y Europa, teniendo generalmente un ciclo de vida anual.

En general, las polillas adultas ponen los huevos sobre las hojas (acículas) de los pinos durante el mes de julio. Pasados 30-40 días, emergen las larvas de esta especie, de modo que la época de la oruga procesionaria del pino se inicia entre agosto y septiembre.

Posteriormente, las larvas se mantienen agrupadas durante los meses siguientes, tanto cuando están en reposo como cuando se alimentan sobre los árboles donde se desarrollan.

Transcurridos tres o cuatros meses, empieza el invierno y las orugas proceden a la construcción de los nidos de una seda blanca, los cuales les brindan la protección necesaria para resistir las bajas temperaturas.

Desde ese momento y hasta febrero-abril, se suscitan una serie de fases en las orugas y finalmente comienzan a descender de los árboles para movilizarse de la típica manera que lo hace la especie: en forma de procesión, una tras otra, lo que ha originado su nombre común. Las larvas se entierran en el suelo para dar paso a la siguiente etapa del ciclo vital, la crisálida.

¿Cuándo salen las orugas procesionarias?

Para puntualizar, tenemos entonces que la época de la oruga procesionaria del pino empieza en agosto-septiembre, que es cuando nacen las larvas. Sin embargo, no bajan de los árboles hasta febrero, por lo que si lo que queremos saber es la temporada de la oruga procesionaria que más nos preocupa, es decir, cuando pueden dañar a nuestros compañeros animales, entonces ocurre a partir de febrero y hasta abril, aproximadamente. Sin embargo, debido al cambio climático en muchas regiones la época de la oruga procesionaria se ha visto alterada y empieza algo antes.

¿Por qué es peligrosa para los perros?

El peligro de la procesionaria reside en sus pelos urticantes, que contienen una toxina llamada thaumatopina. Estos pelos, en el preciso instante en el que entran en contacto con la piel o mucosas de nuestros perros, desencadenan una reacción alérgica grave.

¿Cómo me entero de que mi perro ha tenido contacto con la procesionaria?

Los síntomas de contacto con la procesionaria en perros pueden variar dependiendo de la cantidad de pelo urticante y la zona afectada. Los más comunes son:

  • Irritación y picor intenso: El perro se rascará o lamerá la zona afectada, lo que puede empeorar la situación.
  • Inflamación: La zona de contacto se hinchará y enrojecerá.
  • Dolor: El perro puede mostrar signos de dolor al tocar la zona afectada.
  • Salivación excesiva: Si la procesionaria entra en contacto con la boca o lengua, el perro puede babear en exceso.
  • Necrosis: En casos graves, puede producirse la muerte del tejido (necrosis) en la zona afectada, especialmente en la lengua.

Podemos encontrar distintas presentaciones:

  • Las reacciones por contacto con la oruga suelen aparecer en zonas desprotegidas, es decir, que no están cubiertas de pelo. Podemos encontrar irritación facial o de las patas.
  • Al entrar en contacto con los ojos puede desarrollar blefaritis, conjuntivitis o úlceras corneales.
  • Úlceras y necrosis de la lengua.
  • Si la ingiere, puede desarrollar problemas digestivos como vómitos.
  • Lesiones en la trufa e inflamación las vías respiratorias, en los casos graves, puede desarrollarse edema faríngeo y dificultad en el paso de aire.
  • Hipersalivación, decaimiento e hipertermia.

¿Qué hacer si tu perro entra en contacto con la procesionaria?

Normalmente suele ser con la boca. Si sospechas que tu perro ha entrado en contacto con la procesionaria, es crucial actuar rápidamente:

  1. Llama/acude a tu veterinario de inmediato. Te explicará cómo actuar y sabrá qué medicamento aplicar para impedir que el proceso inflamatorio siga avanzando.
  2. Lava la zona afectada con abundante agua: es más que recomendable que durante estos meses de febrero, marzo e incluso abril, lleves un termo con agua tibia al paseo. Primero, porque en caso de contacto, te servirá para echarlo por encima para retirar los pelillos y además el agua tibia inactiva el efecto de la toxina.
  3. No retires o intentes quitar los pelos con tus manos, sólo empeorarás la situación. En este caso, además del termo, conviene que lleves un rollito de esparadrapo que ayudará a retirar algún pelillo urticante que haya podido quedar.
  4. Observa a tu perro: Vigila de cerca a tu perro y estate atento a cualquier síntoma adicional.

Consejos prácticos para tutores durante la época de orugas.

  • Evita las zonas de pinos: Durante los meses de febrero y marzo, evita pasear a tu perro por zonas donde haya pinos, especialmente si ves procesionarias.
  • Mantén a tu perro atado: Si paseas por zonas de pinos, mantén a tu perro atado para evitar que se acerque a las procesionarias.
  • No toques las procesionarias: Ni se te ocurra tocar las procesionarias, ya que sus pelos urticantes pueden causarte irritación y picor.
  • Informa a las autoridades: Si ves procesionarias en zonas públicas, informa a las autoridades competentes para que tomen medidas.

La prevención es la mejor herramienta

La mejor forma de proteger a tu perro de la procesionaria es la prevención. Siguiendo estos consejos prácticos, podrás reducir el riesgo de contacto y proteger la salud de tu mascota.

En caso de contacto con la procesionaria, no dudes en contactar con tu veterinario. Podrá evaluar el estado de tu perro y administrar el tratamiento adecuado para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.

¡No te arriesgues! La salud de tu perro es lo primero y desde BAM BAM VETERINARIA queremos que siempre esté sano… y seguro! Así que empieza por tener nuestro teléfono siempre a mano: 623 14 43 53.

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